Cuántas Horas Podrías Iluminar Tu Casa Con La Electricidad Que Consume Una IA

Vivimos en un mundo impulsado por datos, algoritmos e inteligencia artificial. Nos asombramos con lo que puede hacer una IA: escribir textos, generar imágenes, predecir comportamientos, automatizar tareas y mucho más. Pero hay una pregunta que rara vez nos hacemos: ¿cuánta electricidad consume todo eso?

A simple vista, puede parecer que interactuar con una IA es algo ligero y sin impacto tangible, pero detrás de cada respuesta hay un modelo complejo funcionando, potentes servidores en la nube operando 24/7, centros de datos refrigerados y monitoreados constantemente. Para ponerlo en perspectiva, pensemos en algo más cercano a nuestro día a día: la electricidad que usamos en casa para iluminar nuestros espacios.

Una IA avanzada puede consumir en promedio entre 500 y 700 kWh por día, dependiendo de la intensidad del uso, el tamaño del modelo y la infraestructura que lo respalda. Ahora, hagamos una comparación interesante: una bombilla LED promedio consume cerca de 10 watts por hora. Es decir, si se mantuviera encendida durante 24 horas, gastaría 0.24 kWh.

¿Y qué significa eso en términos de iluminación? Con 600 kWh (el promedio que usa una IA en un día), podrías mantener encendidas alrededor de 2,500 bombillas LED durante 24 horas continuas. O mejor aún, si solo tienes 10 bombillas en casa, podrías tenerlas encendidas más de 250 días con esa misma energía. ¡Una casa completa podría estar iluminada casi todo un año!

Esto no busca demonizar a la inteligencia artificial. Al contrario, es una invitación a reflexionar sobre el impacto energético de la tecnología que usamos a diario. Cada clic, cada búsqueda, cada texto generado tiene un costo real, aunque no lo veamos en nuestra factura de luz.

También nos lleva a considerar cómo podríamos hacer que el desarrollo de estas tecnologías sea más sostenible. ¿Podemos optimizar su consumo? ¿Compensar con fuentes renovables? ¿Elegir cuándo y cómo usarlas con más consciencia?

Al final, más allá de lo que una IA pueda hacer por nosotros, es momento de preguntarnos qué estamos dispuestos a hacer nosotros para asegurar que su impacto, por poderoso que sea, también sea responsable.

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